He estado un mes sin coser, sin tocar plumas y sin preguntar a nadie que le apetece, si se atreve con una base grande o una pequeña...
Lo he echado mucho de menos, es como cuando no tenía a mi hija, ¿Qué hacia yo con mi vida antes de Bárbara y los tocados cuando salía del trabajo?
Me encantan los dos, y llenar mi vida con ellos.
Qué suerte tengo!
No son pequeñeces, son "importanteces"
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